Ocho meses de trabajo. Ese es el tiempo que le hemos dedicado a preparar estas finales de liga. Se ha conseguido a base de un gran sacrificio de todas las componentes del equipo y sus familias, entrenando 3 o 4 días a la semana, y jugando dos competiciones cada fin de semana.
Un año duro por diversos motivos, que ha acabado con alguna lesión importante, pero que no ha minado nuestro compromiso con lo que se estaba haciendo. Hemos tratado de seguir un plan de trabajo que nos permitiera llegar a Abril con los deberes hechos, con la idea de ganar a Piélagos el último día, y no enseñar nada a Calasanz en los dos enfrentamientos de Liga, con defensas no habituales, y atacando únicamente por conceptos, para poder sorprenderles en la Final. El plan salió… casi perfecto.
Semifinal | EM Piélagos 42 – Kells College 57
Para preparar este cruce decidimos por un lado, que debíamos anular a su mejor jugadora, y reducir así su caudal anotador. Alternamos hasta cuatro jugadoras (Elia, Alba, Nora y Leyre), que dedicaron toda su energía a defender cara a cara toda la pista al referente rival, e hicieron un fantástico trabajo. Por otro lado, decidimos defender en ayudas a su siguiente referente en ataque negando penetraciones y por lo tanto bandejas y tiros libres. Ordenamos ir siempre a dos jugadoras al rebote de ataque, sacrificando algo de balance ya que destinábamos solo dos jugadoras a realizarlo, y obligando a castigar con castigar el aro cada vez que hubiera ventaja numérica en ataque. Y lo más importante, seguir el plan, fuéramos 10 arriba o 10 abajo durante todo el partido. Las 12 chicas que pisaron el campo creyeron en el plan y lo siguieron al pie de la letra, con los lógicos errores provocados por los nervios, y por el talento rival, que también entraba en la ecuación.
Dos errores en los últimos 10 segundos del segundo periodo redujeron nuestra ventaja de 8 a 4 puntos, pero el paso por los vestuarios nos sirvió para recordar el plan, y entramos a la pista con el cuchillo entre los dientes dispuestas a darlo todo. Un parcial de 3 a 20 nos puso la final en nuestras manos, así que tratamos de ser un poco más conservadoras en el último periodo obligándoles a atacar al menos 20 segundos por ataque, y aunque cedimos 6 puntos en el último periodo, acabamos llevándonos la victoria por 15 puntos, y el acceso a la última parte del plan.
Final | Calasanz 75 – Kells College 65
Lamentablemente, no pudimos preparar el partido de la misma forma que la semifinal, y siendo equipos tan diferentes, tratamos de adaptar un poco el plan a las características de Calasanz, haciendo una defensa mixta a su mejor anotadora, y defendiendo en ayudas a su jugadora más grande. Por desgracia, el arsenal ofensivo de Calasanz era superior al de Piélagos, y también era mucho más peligroso en los contraataques, lo que nos penalizó en demasía. El plan al principio funcionó, y llegamos al descanso con 3 puntos de desventaja. Volvimos a repasar el plan, y tratamos de corregir cosas para salir de la zona press de Calasanz, o modificar a quien bloqueábamos en algún sistema, ya que Calasanz cambiaba en todas las situaciones, pero comenzamos frías, llegó el cansancio, las faltas, y los malditos nervios… Malas decisiones y el peso de las piernas nos fueron penalizando poco a poco. Intentamos cosas diferentes, pero no salieron bien, y acabamos cediendo (no sin luchar) por 10 puntos en la ansiada final.
Visto con perspectiva después de mucho maldecir, y pasada la pataleta, solo puedo estar orgulloso de mis chicas, un equipo con solo dos jugadoras de segundo año (las otras dos sufrieron graves lesiones defendiendo nuestros colores, y son igual de importantes), y dos infantiles, que han quedado Campeonas invictas en 2ª División Junior, y Subcampeonas de Liga Cadete. Un broche fantástico a ocho meses de trabajo, en el que TODAS han mejorado individual y colectivamente, y han aprendido a superar obstáculos todas JUNTAS.
El año que viene será un grupo levemente diferente, pero seguiremos tratando de seguir el mismo camino que este año, mejorando, y disfrutando, que no lo olvidemos, este negocio… es para pasárselo bien.
Lo que no podemos hacer ahora es parar de trabajar, así que nos marcaremos objetivos diferentes, y aprovecharemos estos dos meses que nos quedan para tratar de cumplirlos.
Chicas, estoy muy orgulloso de vosotras, aunque en persona negaré haberlo dicho, para no salirme de mi «personaje» de ogro… ¡Nos vemos en las pistas!